Friday, February 20, 2009

Recuerdos y dibujos, a ritmo de waltz

Recuerdos
“Recordar, ¿para qué? ¿para restablecer la verdad, la justicia? ¿para liberarse y olvidar?” Svetlana Alexievich, periodista bielorrusa, recoge en su libro, Voces de Chernóbil, el testimonio de supervivientes de la catástrofe nuclear. Uno de ellos explica “los recuerdos son algo frágil, efímero, no se trata de conocimientos precisos sino de conjeturas sobre uno mismo”. En Waltz with Bashir el director y el protagonista son la misma persona, Ari Folman, que intenta rellenar los huecos que hay en su memoria.

La amnesia corresponde a la etapa como soldado en la matanza de palestinos de los campos de refugiados de Sabra y Chatila (Líbano, 1982). Allí murieron más de un millar de personas, casi todos mujeres, ancianos y niños, a manos de falangistas cristianos como venganza tras el asesinato de su líder Bechir Yemayel y con el beneplácito del ejército israelí.
Dibujos
El documental es una película de animación donde se van desgranando los recuerdos ajenos, los que el director-protagonista va descubriendo en entrevistas con ex compañeros, y que le ayudan a recordar. Los dibujos potencian la sensación de irrealidad, de sueño, de mezcla de imaginación y realidad. Son la forma perfecta de expresión hasta el momento en el que finalmente Folman consigue recordar y los dibujos dan paso en la pantalla a imágenes reales, de archivo, del resultado de la matanza.

Los dibujos además consiguen que te centres más en otros detalles, como la música. Para redondear Waltz with Bashir, la banda sonora, de Max Richter, es una gran combinación de canciones pop e instrumentales que se acoplan a la perfección con las imágenes. Algunas escenas, como la del soldado que enloquece con la metralleta, al ritmo de la música, son brutales.

Mañana la estrenan, un buen plan para el fin-d si, como dicen, va a volver a llover.

Thursday, February 05, 2009

¿Cuántos avales necesita Botín Jr?

Emilio Botín ha dicho que si la banca concediera créditos de forma irresponsable le haría un "flaco favor" a la economía española. Imagino que sigue el ejemplo de su padre. He recordado al ver la noticia la anécdota que escuché sobre él una vez durante una conferencia.
D. Emilio iba todos los domingos a la catedral de Santander y en la entrada una mendiga le pedía siempre una limosna:
- Una moneda, D. Emilio, por Dios.
Y nunca le daba nada. Hasta que un día la mendiga cambió la formulación.
- Una moneda, D. Emilio, por Dios y por la Virgen.
Entonces el banquero se paró y le dijo:
- Con dos avales sí.
Está claro que no se pueden conceder créditos irresponsables y que esto se ha estado haciendo en nuestro país durante mucho tiempo. No estoy ni con Sebastián ni con Blanco, el primero no quiere "enseñar a hacer pan al panadero" y el segundo advierte que el Gobierno tiene una paciencia "limitada". Prefiero la medida de Obama, que ha fijado un tope salarial para los altos directivos de los bancos que han recibido ayudas extraordinarias del Gobierno y ha animado a todo el sector a seguirlo.

Monday, February 02, 2009

El curioso caso del vinilo de Wagner en el portal
Wagner compuso Parsifal el 1882, fue su última obra, murió en Venecia el año siguiente. Yo hace unas semanas encontré en el portal una versión grabada en 1982 por la Filarmónica de Berlín, concretamente encima de la hilera de buzones metálicos y sucios. El vinilo estaba cuidadosamente metido en su caja y perfectamente apoyado en la pared. Crucé la portería en cuatro largos pasos, pasé de largo por al lado de los buzones, llamé al ascensor y volví. Una sola vez en mi vida escuché una ópera y me encantó. Me visualicé a mi misma escuchando el disco y tomando una copa de gewustraminer y estuve a punto de subírmelo. Pero mi conciencia de no coger las cosas que no me pertenecen me lo impidió. Al cabo de un rato salí de casa y ya no estaba.
Ayer a la una de la mañana volvíamos de cenar y, de repente, como una visión, allí estaba Wagner otra vez. Lo observé sorprendida y Anónimo J. entonces dijo "Esto se va a la basura pero ya, estoy harto de que lo dejen todo encima de los buzones" Yo le expliqué mi historia previa con el vinilo. "Pues entonces será una señal que se dejan los traficantes de la escalera" (Anónimo desde que vive en el Raval ha aprendido a pensar estas cosas). Sea como sea, lo subimos a casa. Entonces yo pude hacer lo que no me atreví la otra vez: saqué el disco de la fundita de plástico transparente de dentro de la funda, con una preciosa foto de la ópera en la portada y mucha información en el reverso. Está muy bien conservado y yo creo que podré probarlo en mi tocadiscos de l'Estartit. Anónimo J. le ha perdonado la vida al vinilo y me lo ha regalado.
En cualquier caso, yo me pregunto: ¿Los traficantes de hachís del barrio son tan sofisticados como para usar un Wagner como señuelo? ¿La novia del vecino alemán se ha peleado con él y le ha puesto el Wagner en el portal? ¿Hubo alguien que sí que se atrevió a cogerlo cuando lo encontró la primera vez y luego lo devolvió? ¿Generan vinilos de Wagner los buzones por algún extraño motivo paranormal? ¿Existe una nueva moda llamada discrossing?
-La imagen es el cartel que anuncia la representación de Parsifal, en Zurich, el 1913-