“Iros todas a la playa”
Susie Q y el gallego ciudadano del mundo
Veo la flagoneta de “Dona’n una mica” presidiendo el Portal de l’Àngel y repaso mentalmente: sí, claro que peso más de 50 kilos, y de 55, aix; no, no tengo VIH ni lo de las vacas locas ni lo de la fiebre cochina de ahora; vale, no me duele la garganta, a ver, no, no me duele; hace días que no estoy mala… venga, de hoy no pasa. Y dejo a Anónimo J. dirigiéndose hacia Fnac con una sonrisa de oreja a oreja y subo las escalerillas feliz de mi decisión solidaria. Pero me equivoco y me meto por el lado donde la gente succiona los zumos con sus caras pálidas. Perdón, debo bajar otra vez y ahora sí, subo por la entrada. Mientras pongo más cruces que en una quiniela en un papelito y rebusco mi carné de donante escucho la conversación del hippie que va un turno por delante de mí. “Bueno, no es que haya vivido en diferentes países, es que yo vivo por ahí, sabes? Soy ciudadano del mundo. La última vez que doné? Sí, hace unos años, creo que en Tenerife, igual que ahora, estaba aburrido y subí”.

El tipo entra a la zona de donaciones y no le puedo seguir escuchando hasta que entro yo también, para ese momento ya está enchufado y tumbado en la camilla. Le dice a la enfermera que es gallego y que viaja mucho, que vive viajando, sabes? La chica está concentrada en mi pinchazo (gracias!) y no le hace demasiado caso. Al cabo de un ratito el gallego termina y la doctora le pide que se quede un ratito en la camilla. El chico no hace caso y se empeña en enseñarnos un colgante ensartado en una cuerda antaño negra y ahora gris y roñosa que consiste en un pequeño recipiente de cristal lleno de un líquido rojo. Nos jura que es sangre y la enfermera le dice, después de pedirle de nuevo que se tumbe, que es imposible porque la sangre coagula y no sé qué historias. Entonces, de repente, se levanta de golpe y nos grita “Iros todas a la playa, viene uno a ser solidario y se ríen de uno” mientas sale sin quitarse los patucos verdes que le protegen las chancletas y sin beber líquidos o descansar diez minutos. Y yo, que sigo enchufada, doy gracias a Dios porque que no ha arrancado mi catéter en su huida.
* La imagen es de Dexter por la sangre y tal, asociación de ideas.
8 comments:
¡Qué gente más rara hay por el mundo! ¿o los raros somos nosotros?
Pero el chico era absolutamente coherente: ya que mis neuronas no sirven para nada, a ver si con mi sangre podemos hacer algo.
Mundo hippiuno.
me parto! :)
a mi me encantan este tipo de personajes... de hecho creo que lo que me gusta, es la locura en general...
seguramente le hubiese dado cuerda en la conversación!
saludos
¿Estás segura de que no era una rave, Susie? La gente pinchándose, diciendo tonterías y con botellas de agua... Suena muy sospechoso, la verdad.
j.
Me he mareado solo de leerte. Por lo de la sangre y eso...
laia
que solidaria eres susie!!!
Exigimos un nuevo post ya!!!!!
otro, pero esta vez de un catalán
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