Wednesday, January 28, 2009

"Rompe, Curro, rompe"
* Post sobre fontaneros para Salt&Vinegar

Todo empieza un jueves por la tarde con una llamada de teléfono:
- El vecino de abajo dice que le gotea el techo y que es nuestro baño
- Cagoendiez (como diría Forges)

El sábado por la mañana (reponiéndonos de una comida que se alargó a sobremesa, que se alargó a pacharanes vespertinos, que se alargaron a cena, que se alargó a acopas) el perito de la comunidad nos saca de la cama y ratifica nuestro temor:
- Esto es vuestro baño, no es de la comunidad, yo me piro
Entonces llamamos a nuestro seguro, que nos tranquiliza.
- Esto os lo cubre el seguro. El lunes os mandamos a alguien
- Pero el vecino de abajo ha llamado al perito de la comunidad y ha venido hace un rato y dice...
- (interrumpe) Pues el vecino de abajo ha llamado porque ha querido, porque los que tenían que llamar eran ustedes. Que tengan un buen día.
Satisfechos, se lo contamos al vecino de abajo.
- ¿Y no pueden venir antes?
- Nos han dicho que el lunes
- Dame el teléfono que les llamo yo
- Pero es que es mi seguro
- Pero llamo de tu parte
- Pero es que es mi seguro
Y alarargándole la mano, doy por zanjada la conversación. Omito el hecho de que cree que no sé resolver mis problemas sólo porque son las 12 de la mañana, me he vestido con lo primero que he encontrado, todavía no me he tomado ni un té , no me he peinado y el rímel del día anterior dibuja una línea negra debajo de mis ojos.

Aún así, volvemos a llamar al seguro y conseguimos que venga alguien al cabo de unas horas. Entonces conocemos a Curro y a Agustín. El segundo lleva una camisa Ralph Lauren llena de roña y un cordón de oro al cuello del grosor de mi dedo índice. Le da órdenes a Curro, que no se llama así pero debe de tener un nombre ruso o rumano impronunciable para su jefe.
- Rompe Curro, rompe, que paga el seguro
4 boquetes después, uno de ellos en el suelo 2x2, por el que yo hubiera podido colarme al piso de abajo, descubren que se trata de un escape en el baño de al lado. Conseguimos unos plásticos para tapar los agujeros y unas planchas de hierro que los ratones no pueden roer, para los más grandes.

El martes vuelven los fontaneros y en un par de tardes lo arreglan todo, pero dejan el baño lleno del polvillo blanco que sale de cortar las baldosas. Sólo falta Pocholo. Curro, que hasta ahora sigue sin decir nada, habla:
- ¿Barrer?
- No hijo, no, que lo vas a esparcir más...
Antes de irse, Agustín le deja un mensaje para mí a Anónimo J.
- Dile a tu mujer que no se ponga a fregar hasta mañana, que la obra aún está reciente

4 comments:

Nadia said...

Ostia p.........! Muy bueno, sí señor, muy bueno. No sé si habéis limpiado pero en todo caso os compadezco.

Anonymous said...

Espero que Anónimo J le contestara algo así como "no, si no es mi mujer, es la puta que pillé el domingo, pero la he dejado aquí para que arregle lo del seguro. Y ya ves, las mujeres sólo sirven pa follar y limpiar, no?"
A parte de eso, espero que no tengais que repetir la experiencia, pero de esta aprendeis a torear a los vecinos, a los del seguro y a todos los Curros del mundo!

Salt&Vinegar said...

espectacular! ha válido la pena la espera!

su sseñora se ha puesto las pilas dp del fin de semana, eh? será que lo de ir en autobús te prueba!

Nina Raval said...

Podías hacer tiempo planchando o haciendo lentejas... es lo que tiene ser la señora, que "faena" siempre hay...